miércoles, 2 de julio de 2014

El Legado

Escuche a Ronaldo decir que la Copa Mundial FIFA 2014 dejaría un Legado permanente para todos los brasileros.

La máxima figura futbolística de los últimos 30 años de Brasil, defendía de este modo a la Organización del Mundial (de la cual de alguna manera participa con su presencia en innumerables actos) La discusión se plantea internamente en el país por el costo de las obras,  dudando que el dinero invertido/gastado (la definición es a gusto del consumidor, según estés a favor o en contra) haya sido en favor de la población o algo que debía destinarse por otros canales a mejorar su calidad de vida (no me detengo en las incesantes y violentas protestas previas a la Copa)
Pues bien, como un simple observador apenas llegado, tuve curiosidad por visualizar las mejoras que la Copa pudo haber traído al aeropuerto de Sao Pablo (tenía 7 horas de espera en la conexión a Porto Alegre).

No era la primera vez que llegaba a Guarulhos. A primera vista, no encontraba nada demasiado diferente. Pero  un cartel indicaba el acceso a la Terminal 3, que estaba en construcción hace unos meses, por lo que busque un carrito y fui a conocerla.
Moderna, limpia, brillante, con un concepto parecido a las terminales nuevas de Barajas…..pero totalmente vacía.  Restaurantes y puestos de comidas al paso impecables, llenos…de personal de brazos cruzados, hablando entre ellos. 


 Dos niñas en el control de check in, al que nadie entraba, ya que no había vuelos. Operarios todavía colocando paneles cerca del acceso de tripulaciones.  Anuncios de más restaurantes, coming soon.

En esa Terminal 3 llegan los vuelos de Swiss Air, Lufhansa, Air Canada, United, KLM, entre las que pude ver. Turismo de Primer Mundo, con pocos vuelos que llegan de mañana, y se van de noche. A la hora que la recorrí, casi nadie la usaba.




Volví a las terminales 2 y 1, a mirarlas con otros ojos.  Son las de vuelos de cabotaje y regionales. Gente atiborrada en menos mostradores,  en menos espacios para consumir, negocios con mucho menor glamour. El acceso a embarque antiguo y las salas de preembarque casi sin servicios.

Ningún cambio, donde se mueven los brasileros. O los viajeros de países de la región.





No es una crítica, solo una simple observación. Quizás, solo quizás, Ronaldo se refiera al legado a todo aquello que el impulso de la Copa seguirá teniendo sobre obras de infraestructura, y a que los beneficios económicos que deje, se destinen a terminar obras que afecten la calidad de vida de los brasileños.

Ojala. Sería merecido.

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