viernes, 2 de julio de 2010

DIA 12: Octavos: Garrúa con gloria, Bastardos sin gloria

De vuelta al fútbol. Uruguay-Corea, por un lugar en la historia, uno por hacerla, el otro por recuperarla. Dirán que los muchachos de rasgos igualitos y de nombre difícil hicieron semifinal hace un par de Fiestas Mundialistas, pero de verdad, cuenta? Preguntarle a españoles e italianos que opinan.

Buscamos la salida opuesta de Pillanesberg, por donde se ubica Manyane Golden Leopard resort. Un conjunto de chalets 5 estrellas, y carpas VIP estilo safari Daktari, una base top para quienes no se conforman con una visita express como la nuestra a la reserva. Allí, según explican sus folletos, el objeto es que las especies se relacionen en comunidad con el hombre, por eso están acostumbrados a pasearse por el resort en total libertad.

Como ese par de monos, que junto a su familia manifestaban sus instintos, sin hacer caso de nuestra presencia.




O una pareja de ciervos, que cerca de la puerta, posaban para el flash del celular



El partido esta comenzado, un cartel anuncia la Sala de convenciones con pantalla gigante. También hay una tele en el salón del restaurant. Hay quienes se instalan allí, en una mesa justo enfrente, con el recuerdo en el estómago del almuerzo fallido en la reserva. Otros, necesitan analizarlo en silencio y detalle y van a la pantalla gigante: sin éxito…allí están dando un partido de rugby, que miran tres personas. Así se vive el Mundial en África.

Los pedidos a la cocina son variados. Si bien gana la hamburguesa con papas fritas, el bife de impala, como el de la puerta, a medio cocer que pide Baliña, es la estrella del menú argento.

El partido progresa en el televisor con Uruguay ganando rápido a los 8 minutos. Forlan, la figura celeste, marca la diferencia, y le sirve el gol a Suarez. No es un gol cualquiera, los Mundialistas hoy empiezan otro campeonato: el PRODE de los octavos de final, más sofisticado, con ganador, resultados exacto, en tiempo reglamentario, en tiempo extra, en penales. Todo suma puntos, como para que sea más difícil que Maxi nos pase el trapo otra vez…

La lluvia en Port Elizabeth es torrencial y el partido se pone lindo. El susto a ganar le aflojan las piernas a los yoruguas y los coreanos que son nada empatan sin querer. Sobre el final, un golazo de Suarez y 10 minutos para terminar la hamburguesa y pagar.

Ganó Uruguay y están en cuartos como en el 70. Salimos. El rojizo del adiós del sol, en el oeste abandona el continente anfitrión, camino a nuestra tierra, más allá de los mares, donde Montevideo festeja con el calor de su brillo.
La Luna llena surge sobre la sabana desde el este, viene de Asia, trayendo la oscuridad donde deambularon Corea y sus jugadores. Marco ideal para un octavo de final de un Mundial de fútbol, en vivo y en directo.

Subidos a los autos, ya habiendo dejado nuestro uniforme de día, de remeras cortas y bermudas en los baúles, incorporando medias reforzadas, buzos y gorros, nos dirigimos directo a Rustenburg, que en afrikáner significa, “lugar de descanso”.

Cerca de la ciudad están las dos minas y la refinería de platino más grandes del mundo, que tratan alrededor del 70 % del platino del mundo. Razón más que suficiente en la lógica de la FIFA para que fuera sede del Mundial africano y construya el Royal Bafokeng, de 42.000 asientos, estadio que a poco de que termine el campeonato, no volverá a utilizarse. Esta noche, es su última función.

Pero tenemos ganas de ser ingenuos y pensar que es un homenaje a su historia. Cerca de esta ciudad, que en el siglo 19 era centro de una zona fértil agrícola ganadera, compró su granja, quien sería presidente de la República de Transvaal (hoy las provincias del Norte de Sudáfrica) durante 17 años, nuestro conocido Paul Krugger. Entre los primeros residentes de Rustenburg estaban pobladores de origen hindú, que escapaban de la dominación británica. Una de los primeros en establecerse fue la familia Bhayat, cuya contribución a la historia de la ciudad se encuentra marcada al renombrar la calle principal como 'Calle Fatima Bhayat'. Fatima y su marido Abubakr Ahmed Bhayat, poseyeron una ferretería que suministró el equipo de labranza a crédito a Paul Kruger, antes de que se convirtiera en General del ejército en la Primer Guerra Boer contra …. otra dominación británica.

El camino es corto para lo que estamos acostumbrados. Apenas 50 km nos separan del estadio, que fue construido a 12 kilómetros de la ciudad, en el medio de la nada. 50 km y dos horas y media del debut de los Mundialistas en los octavos de final.

Debut muy debatido, por cierto. No estábamos muy convencidos de este periplo, en la previa de Argentina. Pero las entradas estaban allí, disponibles, ofrecidas generosamente por la FIFA que no se las vendió a nadie. Y era la posibilidad de ver a Inglaterra!!! Claro candidato a llegar a la última semana, los británicos jugaban aquí, hoy, ganando el grupo. Un cruce duro con Serbia, obvio segundo del grupo de Alemania. Pero…y si Serbia daba el batacazo? Y lo dio, ganándole a los germanos!! Un Inglaterra-Alemania? Noooooo, como perdérselo….

…los piratas, fueron una lágrima…empataron tristemente con los yankies, y a punto estuvieron de no pasar….los serbios, arrugaron con Ghana, y se quedaron en la más fácil, después de hacer la más difícil…y aquí estamos, en el medio de la nada, para ver un amateur Estados Unidos-Ghana, sin mucho que perder para cualquiera de los dos…

A mitad de camino, el menor de los mundialistas aprieta los dientes y echa la cabeza hacia atrás, en el asiento central trasero del auto rojo. No eran nervios, era un intenso y muy inoportuno dolor de oídos. El camino empezaba a trabarse, varios kilómetros antes del estadio, casi a paso de hombre. El dolor, cada vez más intenso. Alguien salta del auto rojo y camina entre los vehículos que se deslizan lento por la ruta, en busca del auto azul, que venía más atrás, buscando un analgésico, que tío Dany seguro tendría en su botiquín riñonera.

Nos para la policía y nos desvía hacia un estacionamiento improvisado en el medio del campo, a los costados del camino. Más adelante, unos micros van y vienen desde la nada del parking, hasta la nada de los alrededores del estadio. Mucha gente hace cola. Completamos nuestros atuendos, camperas gruesas, bufandas, guantes….y el dolor de oídos.

El micro nos deja lejos y hay que caminar varias cuadras. Mucha gente, esperábamos menos. A poco de entrar, se hace manifiesta una idea: debe ser la primera vez que norteamericanos invaden legalmente un país. Cientos de banderas y miles de cervezas llevan en sus manos, a pesar del frío. También hay decenas de banderas británicas, que, soberbios como la historia les ordena, compraron el ticket equivocado. Ambos, ya habían pasado su frialdad por esta ciudad y este estadio, en aquel triste empate 1 a 1 de los primeros días.

Falta poco, entramos, nos dirigimos a las escaleras, pero antes pasamos por la puerta de la enfermería. Sugerimos buscar otra solución para el oído, pero el mundialista chico no tiene en sus planes perderse ni un minuto. Creo que nos duele más que a él.

Ocupamos una de las cabeceras. La de Ghana. Nuestro corazón está con ellos. Las vuvuzelas hoy suenan como nunca, todos tienen una, y vibran en distintos tonos de agudos. El dolor se hace cada vez más insoportable, con el graznido del instrumento irrumpiendo desde las filas a nuestras espaldas. En la tribuna rival, Mick Jagger, con un ticket que no pudo devolver a tiempo intenta aprender el himno del 4 de Julio, y Bill Clinton intenta esfumar su fama de mufa...

Mientras tanto, canta Shakira en las pantallas, y la shakira ghanesa hace la coreo justo detrás de la ubicación del grupo.




Algunos, conmovidos por el clima, la emoción, la tensión del evento, profesan su amor a la causa ghanesa, y se vuelcan decididamente.

Empieza el partido, a puro vértigo. Ghana sale a correr por todos lados, y a los 5 minutos, desde lejos, Boateng la pone abajo, primer gol de jugada del torneo para los africanos. Estallan nuestros alrededores, estallan nuestros oídos
No da para más, el mundialista se levanta y dice, me voy! Fuera del estadio? A la enfermería? Nooo, a ver el partido parado, atrás de la última fila, fuera del alcance de la corneta, pero sin perder un minuto de la intensidad que trasmite el campo de fuego. Nos esperan 85 minutos más alargue, a los saltitos para combatir el frío. Un chicle intenta convencer al oído de destaparse.

EE UU, que siempre arrancó de atrás no se desespera. Rápidamente, apenas 30 minutos, el DT mete un cambio. Una rareza. Consultado nuestro Gran DT Herrera, dice que está bien, que él hizo lo mismo en un torneo nacional, hace 7 años, aunque el damnificado todavía lo insulta por eso.
Gran tensión, gran dinámica, gran frío. Señor Blatter, en invierno no se disfruta.

Los americanos, con paciencia, empiezan a encontrar huecos en una defensa muy rápida y física. Distracción, penal y gol. Faltan 30 minutos y hay alargue.

En el alargue, que varios apostamos en el PRODE (aunque ahora nos arrepentimos porque son 30 minutos más de frío), los africanos están enteros y los yanquis no mueven los pies. Enseguida, otra vez, desde lejos, Asamoah, a los 3 minutos, marca el desnivel. Explota aliviado, ahora sí, el estadio en alegría continental. Las banderas de Ghana y Sudáfrica forman una sola, multicolor.

Falta mucho, pero no queda gasolina en el tanque de la Unión, y para sus piernas, es una eternidad. Por desesperanza o idiosincrasia, a 8 minutos del final, pasan delante nuestro dos gordos de Massachusets, que se van al bar por más cerveza…..ES UN MUNDIAL CARAJO!!!!!! SE QUEDAN AFUERA!!! Deberían prohibir la entrada a estos equipos que portan tales hinchas, que se queden viendo a los Medias Rojas de Chicago, por TV y con pochoclos….

Faltan 5, nada puede cambiar, pero llega lo inesperado. Mira el mundialista chico, manos en la campera, la cara escarchada, y dice: Se me destapó!..Y te duele? Nada….

Mundialista y Guapo, doble medalla, para terminar una noche, que pintaba negra, y termino más negra aún….






5 horas, a puro embotellamiento, detenciones, sueño y esfuerzo por no cabecear el volante, fue lo que tardó el equipo en llegar al bunker de Pretoria, nuestro verdadera ciudad de descanso.

4:30 AM, nos entregamos al sueño, al sueño de lo que nos espera mañana…

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