DIA 2: La fiesta de Sudáfrica sin fiesta Bafana

Hace treinta y cuatro años, el 16 de junio de 1976, miles de jóvenes negros de Soweto, Sudáfrica, salieron a las calles a protestar por el sistema educativo del Apartheid, que los obligaba a tomar clases en Afrikaans.

Se suponía que sería una manifestación pacífica, pero los estudiantes se encontraron con disparos de la policía que mataron al menos a 23 de ellos.

El tiroteo desencadenó días de protestas que se conocen como los levantamientos de Soweto, que muchos consideran marcaron el inicio del fin del régimen del Apartheid.

Ahora, el 16 de junio se conmemora el Día de la Juventud en Sudáfrica.

La mañana de este Día 2 nos sorprendió con nuestra amable moza zulu vestida con su viejo uniforme escolar. Es la forma que la raza negra homenajea a esos pioneros de la lucha que les devolvió la libertad, y que abrió el camino a la transformación del país de la mano de Nelson Mandela.

En las calles, todos los autos llevaban sus banderas multicolor, como el país, flameando sobre sus ventanillas. Por la mañana, ya que por la noche, la fiesta se mudaba a Pretoria, el Presidente dio un discurso ante un estadio repleto. Nuestro analista de política internacional, el “yo-duermo-12-horas” Pablo Varetto, se instalo frente al televisor para luego desmenuzar el mensaje para el equipo, y nos hablo sobre el orgullo de raza y la importancia de celebrar este día, que significa libertad….(atribuimos al jet lag esta desviación de la atención mundialista..)

Apenas un rato antes de las 19, partimos al estadio. El guesthouse está ubicado estratégicamente a 20 cuadras de la concentración de Argentina, a 25 del Loftus y 15 del mal. Nuestro GPS humano, director turístico, guía espiritual y motor de este periplo Alfredo, tenía estudiado el camino al estadio. Lo que no estaba en los planes, era la iluminación del trayectos, tan oscuro que no nos veimos entre nosotros. Caminamos juntos hasta que llegamos a la luz, y paso la zozobra. Minutos más tarde, otro momento crítico, cuando perdimos a Pablo, que paró a comprar unos guantes a unos morochos, porque temía que las manos entumecidas no podrían sacar el ticket del bolsillo!!

Visiblemente emocionados, divisamos el estadio. Un halo de súbita ansiedad nos domino al pasar el primer control, en el que Fran encabezo la fila, tickets en mano, demostrando decisión para pasar el examen de ingreso al mundo Mundial.

Ingresamos temprano, por la puerta opuesta a nuestras ubicaciones. Faltaba tiempo para que los jugadores salieran al precalentamiento. Nuestra sospecha era que lo estaban haciendo en el vestuario al lado de la estufita de cuarzo.








Esto nos hizo recorrer todo lo largo del campo, al nivel del césped, comprobando la fiesta que se vivía. Fran estaba asombrado que no hubiera alambrado, ni que se estuvieran peleando las hinchadas. Es que acá no hay barras bravas….










Confraternizamos con los Bafanas Bafanas, confiados, que antes del comienzo del Mundial hicieron un desfile, típico de los campeones cuando recorren la ciudad en los micros sin techo, para que el pueblo les mostrara su apoyo, el mismo que se repetía en esta noche helada.








No nos quedamos atrás con los hermanos uruguayos, que aunque tenían nuestro apoyo, era condicionado a que no clasifique Sudáfrica segundo para no enfrentarlos en octavos...por alguna razón extraña, no nos echaron como suelen hacer todos los hinchas latinoamericanos con los argentinos, y diríamos, despues del tercer Mundial, con justa razón..

Indudablemente la presencia de los Machos, no podía pasar desapercibida, para eso trajimos bandera, para eso conseguimos tickets, para eso vemos partidos de equipos del tercer mundo futbolístico....en síntesis, a esto vinimos, a vivir el otro Mundial, el de los hinchas.

Flia Baliña, para Uds, a la izquierda de la foto estaba escondido el artista de otra bandera

Finalmente, despues de largos minutos de Odas y Cantatas en zulu, en conjunto de vientos (en criollo un insoportable graznido de vuvuzelas), empezó el partido. Jugado sobre campo amarillo, los rioplatenses dominaban el balón.

A los no me acuerdo que minuto, le pegó Forlán, el arquero la miró, y terminó la fiesta.

Será otra experiencia, el Mundial sin anfitrión

Pasamos el debut como espectadores, mañana, nos toca ser parte de la función.